Lava contigo

Sus ojos fueron, ese lago en calma,

en la profundidad también

dos puntos, de infinita luz.

Sintió su calidez,

no hubo regreso,

desde ahí en ella surge

un ave en vuelo

en su interior.

Eran noche y eran viento

que tocaron sus breves alas,

las volvió lava eterna,

resplandor

de silencio.



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